Al cumplirse un año del trágico fallecimiento de nuestro compañero David Paredes, la comunidad se reunió para ofrecer un significativo momento a su memoria.
Fueron parte su hermana Lucrecia, sus «padres del corazón» Lito y Bienve y algunos amigos más cercanos.
Vivimos unos minutos muy sentidos, en un marco de respeto y conexión profunda con casi 1400 chicos de 4to grado a 6to año. Junto a los mismos, realizamos una suelta de globos con un pedido concreto: paz.
Más tarde, a 250 km de distancia, una familia del Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, nos avisaba que recibió el mismo. La botella en el océano había llegado a una playa habitada.
Compartimos algunas reflexiones en el siguiente artículo: www.elciudadanoweb.com/buscando-un-simbolo-de-paz
Hoy, las oraciones son por el alma de David y por quienes más lo extrañan: sus hijas, su familia, sus amigos y sus compañeros de trabajo.