Los «Matemáticos del Sanjo» obtuvieron el 1er puesto nacional en MateClubes

Felipe Escoda Tellechea, Mateo García Bossus y Juan Cruz Molinat, alumnos recientemente egresados del nivel primario de nuestra Casa Salesiana San José, participaron de la competencia MateClubes y obtuvieron el primer puesto a nivel nacional con su equipo “Los Matemáticos del Sanjo”.

MateClubes es un certamen anual de matemática organizado por la Fundación Olimpíada Matemática Argentina. El mismo se lleva a cabo en “clubes” de tres integrantes con el objetivo de promover la resolución de problemas a través del trabajo en equipo. La competencia se divide en distintos niveles según la edad de los participantes y consta de 5 rondas (a nivel colegial, intercolegial, zonal, regional y nacional), cada una de las cuales requiere la correcta resolución de 2 de 3 problemas para avanzar a la siguiente etapa.

Los Matemáticos del Sanjo han superado todas las instancias y han alcanzado el 1º puesto a nivel nacional ¡¡¡Felicitaciones!!!

Juan Cruz, Felipe y Mateo en el Hotel Edén, una de las sedes de la instancia final de MateClubes.

La Falda, Córdoba.

Te invitamos a leer la entrevista realizada a los integrantes del equipo ganador:

—Bueno, para empezar, queríamos agradecerles por sumarse a compartir con nosotros y con la comunidad salesiana sobre esta experiencia que vivieron en la competencia de MateClubes… ¡Y obviamente, felicitarlos por el logro del primer puesto a nivel nacional!

F, M y JC: ¡Gracias!

—Ustedes empezaron este certamen antes de competir, en el momento en el que decidieron formarse como grupo y unirse para participar… De hecho, tampoco es la primera vez que se suman, porque también lo hicieron el año pasado, ¿no?

F: Sí, y habíamos ganado el tercer puesto.

—¡Genial! ¿Y cómo fue que surgió esta idea de juntarse e inscribirse en este certamen?

F: Yo venía participando de las Olimpíadas de Matemática solo, y después un amigo me contó que se podía hacer esta, “MateClubes”… Los invité a ellos dos, formamos el equipo y empezamos a participar.

JC: Más que nada Feli me había comentado la idea, me acuerdo, el último día que podíamos inscribirnos. Me propuso la idea y estábamos buscando el tercero digamos… ¡No sabíamos a quién invitar! Así que hablamos con Mateo y le interesó bastante la idea porque a él también le gustaba mucho la Matemática. Le copó, dijo que sí y empezamos.

—Claro, buenísimo… Nosotros estuvimos averiguando un poco y sabemos que los problemas que se presentan en el certamen son preparados por un Comité Olímpico formado por jóvenes que han sido reconocidos por su participación en la competencia, y muchos de ellos se han especializado en Matemática a nivel profesional. Por eso, imaginamos que la preparación para resolverlos debe ser ardua… Ustedes, ¿cómo se formaron para superar los desafíos propuestos? ¿Qué tiempo de la semana dedicaron a MateClubes?

F: Bueno, nosotros tenemos una profesora particular… Con ella hacíamos reuniones de Zoom. Dependiendo de la época, si estábamos cerca del examen o no, hacíamos una o dos clases de 1 hora y media o 2 horas por semana.

—¡Bueno, bien! ¿Y cómo hicieron con la escuela?

JC: No tuvimos problema con la escuela porque la profesora que nos preparaba no nos daba tanta tarea: trabajábamos problemas, los planteábamos para saber cómo resolverlos y después pasábamos a otros.

—En una situación “pre-pandémica” probablemente los exámenes se llevan a cabo de forma presencial; pero, ¿qué ocurrió en el contexto actual?, ¿cómo se desarrolló la competencia?

F: En general la primera ronda siempre es virtual y la última es presencial. Este año fue distinto igualmente porque la final se desarrolló por regiones, cuando antes de la pandemia solían reunirse los finalistas de todo el país en un mismo lugar, normalmente en Mar del Plata o La Falda.

—Genial, ¿y cómo sería por regiones?

F: Este año los finalistas de Santa Fe y Córdoba, que éramos alrededor de unos 100 equipos, nos reunimos en La Falda; pero hubo otras provincias que únicamente desarrollaron la final con los participantes de su territorio.

—¿Y cómo fue la experiencia de ir a La Falda y encontrarse con otros chicos?

F: Es una experiencia muy linda para conocer más gente. También hay juegos que organizan los ex-olímpicos… Además, fuimos a la visita nocturna del Hotel Edén, ¡estuvo muy buena!

—¿Y qué tal, les gustó?

JC: Un poco nos asustamos, era la idea del recorrido. Mientras visitás el hotel te cuentan historias que pasaron sobre gente que murió ahí, y te da miedo.

F: Y de paso, cuando te van contando, aprovechan para esconderse y asustarte. Van cambiando de lugar y la verdad que se ubican bien.

—¡Para decir eso deben haberse asustado! ¡Qué divertido! Y si no me equivoco, en esos juegos que se organizaron Mateo se llevó un premio, ¿no?

F: Sí, Mateo formó parte de uno de los 3 equipos que ganaron la Odisea de Matemática, organizada por el Comité Olímpico.

—¡Wow! ¿Y en qué consiste la Odisea?

F: Se forman equipos con chicos de distintos niveles y escuelas que van pasando por diferentes juegos y por una prueba escrita… El equipo que más puntos suma, gana.

—Genial, ¡doble premio, Mateo!

M: ¡Sí! Estuvo muy bueno.

—¿Y se hicieron amigos de otros lugares?

JC: Sí, en la Odisea de Matemática tenías que interactuar con otros chicos porque era en equipos… Como no podías estar con otro del mismo nivel ni con un compañero, tenías que reunirte con gente que no conocías…

—¿Y cómo es eso de los niveles?

F: Hay 6 niveles… El nivel “pre-olímpico” es para los chicos de 4to grado, que a veces pueden participar en la ronda final; el primer nivel es para 5to grado; el segundo nivel es 6to; el tercer nivel es para 7mo, como nosotros; el cuarto nivel es para 1ro y 2do año; y el quinto nivel, es para 3ro, 4to y 5to año. Lo lindo de la Odisea es que todos tenemos el mismo interés común: resolver los problemas.

—¡Buenísimo! Y en esto que cuentan, ustedes deben tener su forma de organizarse, se entienden porque ya se conocen… Pero, ¿cómo fue la experiencia de encontrarse con otros para resolver los problemas?

F: Y, está bueno, porque por ejemplo los más chicos tienen una forma distinta de pensar que nosotros. Puede haber problemas que a nosotros nos resulten difíciles porque les buscamos la vuelta y los hacemos más complicados de lo que realmente son… ¡Y a ellos les parecen fáciles!

JC: ¡Eso pasó en mi grupo! Yo estaba con chicos de primer nivel resolviendo un problema y me enredé, hasta que vinieron ellos y me dijeron “es así y así, tenés que pintar esto y así”. Lo pudieron solucionar pintando y a mí se me complicó más.

M: Con mi grupo nos divertimos mucho y también, como dice Juan, me impresionó mucho cómo los más chiquitos tienen otra capacidad para resolver los problemas. Por ejemplo, a los Sudoku los resolvieron chicos de segundo nivel.

 

—¡Genial! ¡Qué bueno! Y ustedes, imaginemos que están en una de las rondas del certamen y les acaban de entregar o habilitar el examen con los problemas a resolver: ¿qué es lo primero que hacen? ¿Cómo se organizan para solucionarlos?

F: Lo primero que hacemos es leer todos los problemas.

JC: Leer todo, y después nos dividimos. Al problema más fácil lo resuelve uno y al más difícil entre los tres… Y bueno, al que queda lo resolvemos entre dos.

F: Claro, normalmente yo hago solo el más fácil, el que es intermedio lo hacen ellos dos juntos y cuando terminamos vemos lo que hicimos. Y después vamos al último los tres juntos.

—Bien, está buena la organización. ¿Cuánto tiempo les dan para resolverlos?

F: Depende, porque a veces son 2 horas o 2 horas y media.

JC: En la final llegamos justo con el tiempo y entregamos dos o tres minutos antes.

—¿Y les ha ocurrido eso de “trabarse” en algún problema, de sentirse “en medio de una encrucijada” y no saber qué hacer?

F: Sí, nos ha pasado. Si me pasa con el problema que me tocó, lo dejo y lo hace otro, por ejemplo, Mateo. Y él dice “ah, es así” y lo resuelve. Por ahí algo que no ve uno lo puede ver el otro, eso es lo bueno del trabajo en equipo.

JC: También es leer hasta comprender, es leer una y otra vez. En un momento decís “ah, era fácil”, pero al principio no te das cuenta.

—Claro, es estar también en los detalles. Y quizás alguien con una mirada distinta lo puede llegar a resolver.

F: Y algo que siempre decimos nosotros es que si la resolución del problema fue fácil es porque está mal, de algo no te diste cuenta, porque tiene que costar.

JC: Nos hemos equivocado por resolver rápido y no estar en todos los detalles, y después había que hacer todo de nuevo.

—Lo bueno es que somos todos distintos, tenemos diferentes fortalezas y también tenemos debilidades… ¿Cuáles consideran que son las suyas?

F: Yo por ejemplo no tengo paciencia… Aunque por ahí, para resolver los problemas se me ocurren cosas que a los otros no.

JC: A mí me cuestan mucho los problemas de posibilidades… Los que sí me gustan son los exactos, los que tienen un único resultado.

M: Mi debilidad es que me distraigo demasiado, y mi fortaleza es que a raíz de eso se me prende el foquito.

F: Es verdad, Mateo se tira abajo de la mesa con la calculadora, de repente se levanta rápido y dice “lo saqué”. También es muy paciente.

—¡Se complementa con vos! Y como grupo, si tuvieran que describirse en una sola palabra, ¿cuál sería? ¿Por qué?

F: Compañerismo, porque nos llevamos muy bien.

JC: Y porque nos conocemos desde los 4 años. Además, cuando resolvemos los problemas trabajamos en grupo e intentamos utilizar las fortalezas de cada uno.

—Claro, ¡y también son flexibles y reconocen en los otros las cosas buenas! Porque no solo les pasa entre ustedes, les ocurrió también en La Falda cuando viajaron y compartieron con otros chicos.

F: Claro, es como un equipo de fútbol. Si vos tenés muchas individualidades que no juegan en equipo, no te va a ir tan bien; pero si juegan en equipo y se llevan bien, aunque no sean los mejores, es mucho más fácil.

—Genial… Entonces, a diferencia de una competencia individual, ¿cuál piensan que es la riqueza de un certamen realizado en equipo? Es decir, ¿qué aspectos positivos trae consigo el hecho de trabajar con otros?

JC: Lo bueno del trabajo en grupo es, como había dicho Feli, el compañerismo. Trabajar en equipo para lograr mejores resultados. El problema siempre va a ser más fácil si somos 3 en lugar de 1. Y en este caso, en los MateClubes ese es el objetivo, poder trabajar juntos para que los problemas sean más fáciles.

—Sabemos que no es la primera vez que participan de MateClubes, por lo que ya tienen un recorrido juntos… ¿En qué aspectos consideran que han crecido como equipo en estos años? ¿Qué cambió del año pasado, a este?

F: Yo ya tenía preparación de antes, pero Juan Cruz y Mateo recién el año pasado se empezaron a preparar, entonces creo que también esa experiencia del 1er año nos vino muy bien, y por eso este año nos fue mejor.

JC: Sí, incluso el año pasado con poca preparación logramos el 3er puesto.

—Tal cual… Y este año alcanzaron el primer puesto a nivel nacional, ¿qué sintieron cuando les dieron la noticia? ¿De qué modo celebraron? ¿Se imaginaban llegar tan lejos?

F: Apenas dieron la noticia, hicimos una videollamada y festejamos nosotros y nuestras familias. Cada uno siguió la transmisión desde su casa.

JC: Yo tenía fe en que podíamos llegar lejos. Le decía a Feli: “Mirá, este año nos está yendo mejor que el año pasado… Antes pasábamos de ronda con 2 problemas, o 2 y medio, y este año pasamos casi todas las rondas con los 3 problemas bien”. Entonces en la ronda final no es que iba confiado, pero sí con fe de sacar un mejor puesto que el año pasado.

—Además del logro obtenido, ¿qué fue lo que más les gustó de la experiencia? ¿Qué pudieron aprender de la misma más allá de lo matemático”?

F, M, JC: A trabajar en equipo. Aprendimos mucho más a trabajar en equipo que Matemática.

—Los tres tienen hermanos o hermanas menores… ¿van a incentivarlos a que participen de los Mateclubes?

F: Yo a mi hermano sí.

JC: A mi hermana me gustaría, pero no le gusta la matemática así que quizás sea medio complicado…

M: ¡Puede ser!

—El año que viene van a continuar en distintas modalidades en nuestra secundaria, ¿tienen ganas de participar en el cuarto nivel de MateClubes?

F, M, JC: ¡Sí!, es un desafío.

—¿Qué les dirían a los chicos que quieren participar y no se animan?

JC: Que va a ser la mejor experiencia, no sé si de su vida, pero sí de esta edad. Es muy lindo participar.

M: ¡Anímense a participar que está bueno y les va a ir bien!

F: El premio final no importa, lo más lindo es el recorrido que vas haciendo con tu equipo.

¡Muchas gracias chicos!